agosto 21, 2008

Tiempos de cambio

Suele pasar que tus días carecen de sentido, no tienen un rumbo fijo ni un propósito común. 

También te das cuenta que día con día eres más viejo: que lo que ayer vivías hoy se vuelve parte fundamental -e incluso intima- de tu pasado. 

Pero también es cuando más valoras la experiencia y virtudes que te dan ese paso de los años: que las palabras que hoy predicas son las bases de lo que será tu futuro.

El punto es HOY que me encuentro -o eso estimo- a la mitad del camino.

Y no sé que paso es el que sigue, pero sí sé que no estoy perdido.

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