diciembre 12, 2010

Aprendiendo de la gente humilde, sencilla... y soñadora

Núnca he creido en esas mamadas de cerrar circulos. Se me hace algo así como de secundaria el hecho de no poder olvidar algo que -para bien o para mal- ya paso, punto, lo que sigue.

Y por consecuente, tampoco he creido en que un clavo saca otro clavo.


Pero hace unas horas creo lo entendí, o comence a entenderlo...


Después de muchísimo tiempo vi a una persona que por extrañas razones estaba fuera de mi vida. Y me abrí tan cabrón a ella, cabronsísimo vaya!

Y ella también. Fue tan sincera conmigo! Me conto lo que ha sido su vida; lo bueno y malo que ha vivido, los amores y desamores, y un sin fin de cosas.

Entendí perfectamente lo que era una persona sincera, honesta, sin malicia, con la esperanza de conseguir una verdadera felicidad. De tener una vida llena de cosas buenas! Y se lo merece!

Entramos al cine y vimos Harry Potter (no la había visto). Y poco me falto para darle un abrazo. Para abrazarla muy fuerte, tan fuerte que sintiera por un momento lo agradecido que estaba por ser así conmigo, aún a pesar del tiempo.

Sobra decir que no queria que la noche terminara. También esta de sobra decir que no quería se fuera de ahi. Deseaba platicar y platicar de lo que fuese, solo con tal de escucharla. De ver sus ojos y decirle que me sentía tan tranquilo a su lado. Que hacía mucho tiempo no me sentía así.

Y gracias a eso hoy puedo comprender un poco lo que fui, y que espero no repetir a lo largo de este camino. Dejar de ser tan ojete, tan lacra, tan mierda. Y empezar a buscar algo de lo que en realidad quiero.

Porque, aunque hayan sido solo unas horas, pude estar en paz, en equilibrio conmigo mismo.

Gracias niña, porque incluso ese dejavú que tuve no lo olvidare en un buen rato.

1 comentario:

Playing Blackjack dijo...

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